EL PROCESO DE HOMINIZACIÓN

Siempre se ha creído que los hombres eran diferentes a los animales, que siempre han sido un ser superior. En el siglo XVIII se considero que las especies se habían mantenido invariables desde que Dios las creara y que no habían sufrido ningún tipo de transformación ni en forma ni cantidad. Esta teoría se la conoce como fijista.

Lamark (1744-1829): Fue el primero en aceptar un cierto tipo de evolución, en la que definía que la función es la responsable de que se cree un órgano: para superar nuevas circunstancias, las especies tenían que desarrollar nuevos órganos. Estas características eran hereditarias, y la acumulación de cambios sucesivos comportaba que las especies cambiasen.

Charles Darwin (1809-1882): Dio forma a la teoría de la evolución, Darwin decía que todas la especies tenían un origen en común en donde existía una evolución de unas especies a otras. También entendía la evolución, entre aspectos, como un proceso de selección natural (solo los más aptos sobreviven).

Medel (1822-1884): Descubrió la existencia de las leyes de la herencia biológica, provocando que los factores hereditarios se transmitían en los genes, estos son una parte de los cromosomas de las células que contienen toda la información de cómo es un ser vivo, que se la llama código genético.

Todos los simios poseen un origen en común, pero hace unos veinte o treinta millones de años, la rama de los homínidos (antropoides) se separó de l resto de los monos.Los rasgos principales de los homínidos son la posición vertical y el hecho de andar sobre los dos pies (bipedismo), disponer de las manos libres, reducción del aparato masticador y la encefalización.

Los humanos tenemos semejanzas fisiológicas con los gorilas, chimpancés, orangutanes y gibones, que constituyen la familia de los póngidos. Sorprende la semejanza en los grupos sanguíneos y sobre todo en el ADN entre el ser humano y el chimpancé. Otras semejanzas entre el chimpancé y el ser humano se encuentra en los encefalogramas realizados en los periodos de sueños, sobre todo en los movimientos de los ojos y el descenso del tono muscular que se produce en la fase del sueño llamado REM.