Maslow creo su pirámide motivacional en la que las necesidades más vinculadas a la supervivencia ocupan la base. Esta jerarquía temporal, dice que los niveles superiores no se pueden alcanzar sin haber realizado los niveles inferiores anteriores.
Maslow también establece otra jerarquía de tipo funcional, en la que las necesidades superiores puedan adquirir una autonomía funcional.
A medida que crecemos, adquirimos la capacidad de dirigir nuestra vida.
Las personas tienen dos tipos de necesidades: las necesidades deficitarias y las necesidades de crecimiento.
Las necesidades deficitarias son las siguientes:
- Necesidades fisiológicas: Son la base de la pirámide de las motivaciones. Son necesidades que compartimos con los animales y claramente imprescindibles para la supervivencia.
- Necesidades de protección y seguridad: Hacen referencia a la protección ante peligros tanto físicos como psíquicos.
- Necesidades de afecto y aceptación: Pertenecen a un grado superior que explica los motivos de las conductas humanas. Ser querido por los demás y pertenecer a un grupo son fundamentales para poder autorrealizarse.
- Necesidades de valoración: Son las que hacen referencia la búsqueda de la autoestima y, por tanto, al concepto positivo de uno mismo.
Una vez que están satisfechas todas estas necesidades deficitarias o básicas, la persona ya está motivada para empezar a desarrollar las necesidades de autorrealización. Éstas se pueden definir como la realización de las propias posibilidades, capacidades y talento, y también el conocimiento y la aceptación plena de la propia naturaleza.
Las necesidades de crecimiento son las propias de la autorrealización. Maslow aseguraba que estas necesidades están ordenadas de forma jerárquica, es decir, que las primeras se tienen que satisfacer antes que las restantes,
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